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Las catacumbas de San Gaudioso son uno de los cementerios m�s antiguos de la �poca paleocristiana (siglo IV-V), que se encuentra en la zona norte de la ciudad de N�poles (ahora distrito de Stella).
El acceso a las catacumbas se encuentra en la cripta, o Succorpo, debajo del piso del presbiterio de la iglesia dedicada a la Virgen de la Salud, representado en un fresco que separaba quiz� por una pared de la antigua iglesia despu�s de un deslizamiento de tierra. La Virgen de la Salud (siglo V-VI), probablemente la estatua mariana m�s antigua de N�poles, ahora se conserva en la primera capilla lateral derecha de la bas�lica. Muchos de los residentes del barrio, sin embargo, creen que la iglesia est� dedicada a San Vincenzo Ferreri debido a la devoci�n popular a este santo Dominicana y la bella estatua de madera de �l, a la izquierda de la publicaci�n.
La cripta, una vez catacumba ambulatoria, tiene claramente visible en la b�veda y en las paredes de algunos frescos de Bernardino Fera que representan historias de m�rtires. El arcosol que se encuentra en la entrada custodia la tumba de San Gaudioso, con una decoraci�n en mosaico del siglo VI. En los diversos cub�culos que se abren a lo largo de los brazos de las catacumbas son V-VI frescos del siglo (San Pietro, entre otros, y San Sossio, di�cono de Pozzuoli) y una dataci�n mosaico de todo el final del siglo V. Sin embargo, a fines del siglo XVII, la escultura con toba de Cristo muri� a la izquierda de la entrada.
Las catacumbas fueron de hecho un nuevo per�odo de uso en el siglo XVII, principalmente por los hermanos dominicos. En este per�odo todav�a se extendi� el uso de "canalones", es decir de la cavidad de piedra en el que el cuerpo est� soportado en la posici�n fetal para �l perder los l�quidos. Los hermanos dominicos pensaron que la cabeza era la parte m�s importante del cuerpo como la sede del pensamiento; de modo que, despu�s de secarse, las cabezas se mantuvieron mientras el resto del cuerpo se empaquetaba en los osarios. Tambi�n durante este per�odo se practica de manera espantosa para tomar las cabezas de los cad�veres ahora secas y fijarlos en su lugar por la pintura de las paredes inferiores a un cuerpo que dar�an una idea de la profesi�n del difunto. Este tipo de entierro estaba reservado para las clases m�s pr�speras y luego fue abandonado por motivos de higiene.
fuente wikipedia